La caída del cabello, conocida médicamente como alopecia, es una preocupación creciente que afecta tanto a hombres como a mujeres, y no solo en edades avanzadas. Tal como explicamos en una entrada anterior, esta condición puede tener múltiples causas, siendo la genética y los cambios hormonales los factores más comunes, especialmente en la alopecia femenina. Sin embargo, no todas las formas de alopecia son iguales.

Mientras que la alopecia androgénica (o androgenética) es la variante más frecuente y está relacionada con la sensibilidad hormonal de los folículos, existe otro tipo de alopecia menos conocida pero igualmente relevante: la alopecia areata, una condición de origen autoinmune que puede aparecer de forma repentina y con patrones muy distintos.

En esta nueva entrada del blog, te explicamos de forma clara y comparativa las principales diferencias entre la alopecia areata y la alopecia androgénica, para ayudarte a identificar mejor cada una y entender por qué es clave un diagnóstico personalizado para encontrar el tratamiento más adecuado.

alopecia

Diferencias entre alopecia areata y alopecia androgénica

Aunque la caída del cabello puede tener muchas causas, es fundamental distinguir entre los dos tipos más comunes de alopecia. Comprender sus diferencias no solo ayuda a identificar el problema, sino también a aplicar el tratamiento adecuado.

1. Causa y origen

  • Androgénica (también conocida como calvicie común)
    Está relacionada con factores genéticos y hormonales. Es causada por la sensibilidad del folículo piloso a los andrógenos (hormonas como la testosterona y la dihidrotestosterona o DHT). Esta sensibilidad provoca una miniaturización progresiva del folículo, haciendo que el cabello se vuelva más fino hasta desaparecer.

  • Areata
    Es una enfermedad autoinmune. En este caso, el sistema inmunológico ataca por error a los folículos pilosos, deteniendo el crecimiento del cabello. Aunque sus causas no se comprenden completamente, suele estar asociada a antecedentes familiares, estrés o presencia de otras enfermedades autoinmunes.

2. Forma de presentación

  • Androgénica
    Su evolución es gradual. En las mujeres, suele manifestarse como un adelgazamiento difuso del cabello en la parte superior del cuero cabelludo, sin afectar la línea frontal. En los hombres, comienza con la recesión de la línea frontal y/o pérdida de densidad en la coronilla.

  • Areata
    Se presenta de forma repentina, con parches redondos u ovalados de pérdida total de cabello en zonas localizadas del cuero cabelludo, barba o cejas. En algunos casos graves, puede progresar hacia la pérdida de todo el cabello de la cabeza o universal (todo el vello corporal).

3. Pronóstico

  • Androgénica
    Es una condición crónica y progresiva. Aunque no se puede revertir por completo, existen tratamientos para frenar su avance y mejorar la densidad capilar.

  • Areata
    Es impredecible: en algunos casos el cabello vuelve a crecer espontáneamente, mientras que en otros puede recurrir o avanzar. Su tratamiento se enfoca en modular la respuesta autoinmune.

4. Tratamiento para la alopecia

  • Androgénica
    Se tratan con terapias hormonales, minoxidil, finasteride (en hombres), láser de baja intensidad, PRP (plasma rico en plaquetas), entre otros.

  • Areata
    Puede requerir corticoides tópicos o inyectados, inmunoterapia tópica o fármacos inmunomoduladores como los inhibidores de JAK kinasa, que están mostrando resultados prometedores.

alopecia

Comprender las diferencias es esencial para abordar de manera eficaz la caída del cabello. Aunque ambas comparten el síntoma visible de la pérdida capilar, sus causas, evolución y tratamientos son muy distintos. Mientras que la alopecia androgénica responde a un patrón progresivo vinculado a la genética y las hormonas, la tipo areata tiene un origen autoinmune y suele manifestarse de forma repentina y localizada.

El diagnóstico adecuado, realizado por un dermatólogo, es el primer paso para determinar el tipo de alopecia y elegir el tratamiento más eficaz. Hoy en día, la medicina cuenta con múltiples herramientas, desde terapias hormonales y fármacos inmunomoduladores hasta innovaciones como los inhibidores de JAK y la terapia con luz LED.

En este último campo, dispositivos como FAQ™ 301 han marcado un antes y un después. Gracias a su tecnología de luz LED roja y masaje T-Sonic™, estimula el flujo sanguíneo del cuero cabelludo, fortalece los folículos pilosos y favorece el crecimiento capilar. Su uso regular puede ser un excelente complemento a otros tratamientos médicos, especialmente en las fases iniciales de la alopecia o como apoyo en la recuperación capilar.

Porque no se trata solo de recuperar el cabello, sino también de recuperar la confianza y el bienestar.