Aunque existe la creencia popular (y errónea) de que están causados por la suciedad, en realidad, los puntos negros se producen cuando se acumulan células muertas, sebo y queratina en los poros. Pero ¿sabes por qué suelen aparecer en la frente, la nariz y la barbilla? ¿Por qué se originan? ¿En qué tipo de pieles? Y, sobre todo, ¿cómo eliminar los puntos negros? Hoy, te vamos a dar todas las respuestas… ¡Presta atención!

Por qué aparecen los puntos negros

Son antiestéticos, lo sabemos, pero… ¡no es el fin del mundo! Hay soluciones para poner un punto y aparte (o un punto final) a los puntos negros. Y son sencillas, ya que se basan principalmente en llevar una rutina facial adecuada con la que conseguir una cara limpia, fresca y lisa. Para llegar a eso, vamos a intentar entender primero el porqué, dónde y cómo se originan.

También conocidos como “comedones”, los puntos negros se forman por acumulación grasa y restos celulares que quedan retenidos en la glándula sebácea. Es decir, se trata de excesos de sebo que, en contacto con el aire, se oxidan y adquieren un color negro en los poros abiertos.

Por lo tanto, se debe tener claro que se originan por la producción sebácea, en ningún caso por una cuestión de higiene. Punto final a las falsas creencias.

 

¿Afectan solo a los adolescentes?

Las hormonas tienen un papel protagonista con relación a los puntos negros. Por eso, se hacen especialmente visibles en los adolescentes, así como en las épocas en las que existe una variación hormonal que aumenta la secreción sebácea en el canal folicular. Sin embargo, lo cierto es que también afectan a adultos, tanto mujeres como hombres.

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Pieles con predisposición a los puntos negros

Teniendo claro que los poros dilatados se originan por la acumulación de sebo, resulta evidente que los puntos negros son más comunes en las personas con piel grasa, mixta y/o acneica. Estos tipos de piel se caracterizan por una textura grasosa, con poros abiertos grandes y dilatados, que propician su obstrucción. Por eso, en el cuidado diario es importante evitar productos que incluyan aceites para añadir un extra a la acumulación de grasa.

Además de los tipos de piel, los puntos negros se localizan en las zonas que contienen una mayor cantidad de glándulas sebáceas. En particular, en el rostro aparecen en la conocida como ‘zona T’ (formada por la frente, la nariz y la barbilla).

 

Eliminar los puntos negros en 2 pasos

1. Prevención: el punto de partida

¡Mantenlos a raya! Si puedes evitar la aparición de los puntos negros te ahorrarás tener que tratarlos. Para conseguirlo, te recomendamos evitar el uso de maquillajes, autobronceadores o protectores solares que aumenten la producción de grasa y utilizar siempre agua templada para lavar la cara.

Además, existen tres principios básicos que debes seguir como si compusieran tu mantra de belleza: la limpieza facial diaria, el uso de productos preventivos con salicílico y retinoides y la hidratación.

  • Limpieza facial: debe ser un hábito en tu rutina facial cada día. Hazla de forma profesional en solo un minuto con el dispositivo LUNA 3 y combínala con una exfoliación semanal para controlar la grasa cutánea.

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  • Productos con ácido salicílico: es el ingrediente clave para desobstruir los poros y ayudar al poro a drenar, liberando la grasa acumulada. Existen números productos, como cremas limpiadoras, exfoliantes o hidratantes que lo contienen. ¡Búscalos!
  • Cremas con retinoides: ayudan a regenerar la piel con lo que facilitan el drenaje de los folículos obstruidos. 
  • Hidratación = piel sana. Cuanto más se seque la piel, más grasa producirán las glándulas sebáceas para prevenir la deshidratación. Por lo tanto, incluye en tu día a día el uso de productos hidratantes (emulsiones, geles, sérums…).

2. Tratamiento: el punto final

Si no has podido prevenir su aparición y estás buscando soluciones con las eliminar los puntos negros, respira. Además de seguir los tips que te indicamos en el punto anterior, existen muchas alternativas para combinar estas rutinas con tratamientos para ponerle remedio. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que muchos de ellos no tienes que buscarlos porque ya los tienes en casa.

La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) destacan los beneficios de tres alimentos básicos que, gracias a sus propiedades, pueden funcionar a nivel cosmético y ayudarte a decirle adiós a los comedones. Apunta:

  • Azúcar moreno. Exfolia eliminando las impurezas sin dañar la dermis de la piel. Se puede aplicar de dos formas: combinado con limón (añadiendo limón a dos cucharadas de azúcar); o, si se busca un extra de hidratación, con aceite de oliva (mezclando un cuarto de taza de azúcar con tres cucharadas de aceite).
  • Yogur. Es un limpiador que permite limpiar la piel de impurezas, aplicándolo mezclado con limón y dejándolo actual sobre la piel durante 15 minutos.
  • Clara de huevo. Es un ingrediente que actúa especialmente sobre los puntos negros y su uso es muy sencillo: se aplica sobre la cara limpia, después se coloca papel higiénico encima y, a continuación, otra capa de huevo. Cuando se endurece se retira con suavidad de arriba abajo… ¡y voilà! 
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¿A que tienes ganas de poner en práctica estos 2 pasos para eliminar los puntos negros? Recuerda que una buena limpieza facial diaria es la clave principal de cualquier rutina de belleza. Si a ella le sumas hidratación, exfoliación y el uso de tratamientos con retinoides, ácido salicílico e incluso caseros… ¡pondrás el punto final a los puntos negros!