¿Alguna vez te has preguntado si todo el tiempo que dedicas a hacer ejercicio está dando sus frutos? Aparte de los beneficios obvios para la salud, resulta que hay una conexión bastante sorprendente entre el ejercicio y el cuidado de la piel. Lo creas o no, sudar con regularidad puede ser muy beneficioso para tu piel. Así que si buscas formas de mantener tu piel con el mejor aspecto posible, definitivamente tienes que añadir el ejercicio a la mezcla. Estas son algunas de las formas en las que hacer ejercicio puede ayudar a mejorar la salud de tu piel.

¿Cómo ayuda el ejercicio a la piel?

Mejora el flujo de oxígeno a la piel

Cuando haces ejercicio, los niveles de oxígeno de tu cuerpo aumentan. Esto es beneficioso para la piel porque ayuda a mejorar su elasticidad general. Además, el aumento del flujo de oxígeno ayuda a eliminar las toxinas e impurezas que pueden obstruir los poros y provocar brotes.

Es decir, el oxígeno y los nutrientes son esenciales para la salud de las células de la piel, por lo que al aumentar la cantidad de oxígeno que recibe el cuerpo, se le está dando a la piel un gran impulso de salud.

Reduce los niveles de estrés

Todos sabemos que el estrés puede causar estragos en nuestra piel. Desde los brotes hasta la falta de brillo, hay muchas formas en las que el estrés puede hacer mella. Así que no es de extrañar que reducir los niveles de estrés pueda tener un gran impacto en el aspecto de tu piel.

El ejercicio es una forma estupenda de reducir la hormona del estrés, el cortisol, porque ayuda a aumentar las endorfinas, las “hormonas de la felicidad”. Al ayudar a mejorar tu estado de ánimo, el ejercicio regular puede conducir indirectamente a una mejor piel.

Aumenta la producción de colágeno

El colágeno es una proteína esencial para la salud de la piel. Ayuda a que la piel tenga un aspecto terso y joven, y también contribuye a la cicatrización de las heridas. Por desgracia, la producción de colágeno comienza a disminuir a medida que envejecemos, lo que puede provocar arrugas y otros signos de envejecimiento.

Pero aquí es donde entra en juego el ejercicio. Uno de los beneficios de hacer ejercicio es que ayuda a aumentar la producción de colágeno. Por lo tanto, el ejercicio no sólo puede ayudar a reducir la apariencia de las arrugas existentes, sino que también puede ayudar a prevenir la formación de otras nuevas.

Mejora el tono de la piel

Además de mejorar la producción de colágeno, el ejercicio también puede ayudar a mejorar el tono y la textura general de la piel. Esto se debe a que la actividad física regular ayuda a aumentar el flujo sanguíneo y la circulación, lo que a su vez ayuda a llevar más nutrientes y oxígeno a la piel. Esto puede ayudar a mantener la piel con un aspecto saludable y radiante, e incluso puede ayudar a reducir la inflamación y las manchas.

ejercicio piel

Si prefieres hacer ejercicio al aire libre, entonces durante la sudoración, debes comprobar las propiedades impermeables de los protectores solares para aplicarlo con más frecuencia de lo habitual.

Promueve el crecimiento celular

Por último, el ejercicio también ayuda a promover el crecimiento celular. Esto es beneficioso para la piel porque ayuda a sustituir las células viejas y dañadas por otras nuevas y sanas. Como resultado, el ejercicio regular puede ayudar a mejorar el aspecto y la textura de la piel en general. Y de todos los tipos de ejercicios, se ha demostrado que el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) y el ejercicio de resistencia tienen un efecto antienvejecimiento al aumentar la actividad de la telomerasa. Se trata de una enzima responsable de la protección de nuestro ADN que permite un mejor crecimiento y replicación celular.

Te da un “brillo post-entrenamiento”

Si alguna vez has notado que tu piel tiene un brillo especial después de hacer ejercicio, no es tu imaginación. Es un fenómeno real, y se debe al aumento del flujo sanguíneo que hemos mencionado antes. Cuando haces ejercicio, tu ritmo cardíaco aumenta y tus vasos sanguíneos se dilatan, lo que permite una mejor circulación de la sangre. Esto proporciona a la piel un rubor temporal que puede durar hasta varias horas después de terminar de hacer ejercicio. Por lo tanto, si quieres tener una piel radiante, una rutina de ejercicios es definitivamente algo que deberías añadir a tu rutina de belleza.

¿Puede el ejercicio ser perjudicial para la piel?

En algunos casos, sí, puede ser perjudicial. Por ejemplo, si haces ejercicio al aire libre. En este caso, debes tener cuidado con la cantidad de exposición al sol que recibes. La exposición prolongada al sol puede provocar daños en la piel, por lo que es importante que te asegures de usar protección solar si vas a pasar mucho tiempo al aire libre. Además, durante la sudoración, es posible que tengas que comprobar las propiedades impermeables de los protectores solares para aplicarlo con más frecuencia de lo habitual.

Hacer ejercicio puede agravar la rosácea

El ejercicio puede desencadenar los síntomas de la rosácea y provocar enrojecimiento de la piel, hinchazón e irritabilidad. En la actualidad existen varias opciones de tratamiento para la rosácea, que pueden consistir en medicamentos orales, cremas tópicas o terapia con láser. Si tienes brotes después de hacer ejercicio y quieres prevenir la reaparición de estas afecciones, debes tomar medicamentos antiinflamatorios y productos antienvejecimiento, que pueden ayudar a reducir el enrojecimiento de la piel.

Acné y ejercicio físico

Hacer ejercicio también puede provocar acné, granos y pápulas en la piel, especialmente si tienes una piel propensa al acné. Las glándulas sudoríparas están situadas cerca de los folículos pilosos y, cuando sudas, el sebo se mezcla con las células muertas de la piel y la suciedad, obstruyendo los poros. Esto puede provocar la aparición de puntos negros, puntos blancos, granos o pápulas. Si tienes una piel con tendencia al acné, es importante que te limpies la cara inmediatamente después de hacer ejercicio para evitar nuevos brotes. También debes evitar tocarte la cara durante el entrenamiento, ya que esto puede transferir las bacterias y la suciedad de las manos a la cara.

Urticaria, hinchazón, sarpullido

Si tienes la piel sensible, el ejercicio puede provocar enrojecimiento, picor, ardor o sensación de escozor. En algunos casos, las personas con piel sensible también pueden experimentar urticaria, hinchazón o erupciones, o problemas cutáneos similares. Si tienes la piel sensible, es importante que elijas limpiadores y cremas hidratantes suaves y evites los exfoliantes fuertes. Además, siempre debes probar los productos nuevos en una pequeña zona de la piel antes de utilizarlos en todo el cuerpo. Además, si te preocupa cómo puede afectar el ejercicio a tu piel, es mejor que consultes con un dermatólogo.

Hacer ejercicio en espacios compartidos

Hacer ejercicio en espacios compartidos puede ser muy complicado si no se tiene el suficiente cuidado. Los espacios compartidos, como los gimnasios, los estudios de yoga y las piscinas, son caldo de cultivo de bacterias y hongos. Estos microorganismos pueden provocar infecciones cutáneas, como el pie de atleta, los hongos en las uñas y la tiña. Si compartes algún equipo de entrenamiento con otras personas, asegúrate de limpiarlo antes y después de usarlo. También debes llevar un calzado adecuado para evitar el contacto con estos organismos.

También es importante ducharse lo antes posible después de hacer ejercicio en un espacio compartido. Esto ayudará a eliminar el sudor, las bacterias o la suciedad que pueda haber en tu piel. También debes llevar ropa limpia para evitar la reinfección.

Maquillaje y ejercicio

Si utilizas maquillaje, es importante que sea no comedogénico y que no obstruya los poros. También debes evitar hacer ejercicio inmediatamente después de maquillarte, ya que esto puede hacer que tus poros se obstruyan. En su lugar, espera al menos 30 minutos después de maquillarte antes de empezar a entrenar. Además, asegúrate de quitarte todo el maquillaje antes de entrenar, ya que el sudor y la suciedad pueden mezclarse con el maquillaje y provocar brotes.

Cuidado de la piel después del ejercicio

Si realmente quieres experimentar lo máximo y lo mejor del ejercicio, especialmente en lo que se refiere a ese famoso “brillo post-entrenamiento”, cuidar tu piel después del entrenamiento es uno de los pasos más importantes. Después de entrenar, es importante limpiar la piel para eliminar el sudor, la suciedad y las bacterias. También debes utilizar una crema hidratante ligera para hidratar tu piel y ayudar a prevenir cualquier irritación.

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¡Entrena!

Al fin y al cabo, hacer ejercicio tiene más beneficios que una piel bonita. Ayuda a mejorar la salud en general, incluido el sistema cardiovascular, el peso, el sueño y la salud mental. Así que, ¿a qué esperas? Sal a la calle y empieza a hacer ejercicio.