La superposición de productos para el cuidado facial es una forma estupenda de sacarles el máximo partido. Siguiendo este orden exacto, verás mejores resultados que si los utilizas de uno en uno. Ten en cuenta que no todos los productos de cuidado de la piel son iguales, por lo que es posible que algunos deban colocarse en diferentes órdenes según sus ingredientes. Pero, en general, pon en capas tus productos de cuidado de la piel siguiendo estos pasos para obtener el mejor resultado posible.

¿Qué necesitas en tu rutina de cuidado de la piel?

Lo más importante en tu rutina de cuidado de la piel es encontrar los productos que mejor se adapten a tu piel. Identifica lo que necesita tu piel. ¿Tienes la piel grasa, con tendencia al acné o sensible? ¿Quizá tu tipo de piel es seca? Y aún así, aunque probablemente conozcas tu tipo de piel, ¿puedes centrarte en los problemas particulares de tu piel? ¿Partes pigmentadas, cicatrices de acné, piel apagada? Conoce al 100% el estado de tu piel antes de aplicar algo sobre ella.

Cuidado facial con varios pasos: de las fórmulas más ligeras a las más pesadas

La aplicación de capas de cuidado de la piel en el orden correcto es crucial. Si lo haces de forma incorrecta, podrías disminuir la eficacia de tus productos de cuidado de la piel. La regla principal que hay que seguir a la hora de superponer los productos de cuidado de la piel es aplicarlos del más ligero al más pesado. El orden general de los productos es: limpiador, tónico, sérum, crema hidratante y FPS.

Limpiador

Sea cual sea tu tipo de piel, el limpiador debe ser siempre suave. Es decir, un limpiador suave no alterará el pH natural de tu piel ni hace que pierda sus aceites naturales. El único caso en el que deberías utilizar otro tipo de limpiador es si te has maquillado, en cuyo caso deberías utilizar un aceite o bálsamo limpiador para eliminarlo por completo antes de pasar a tu limpiador habitual. Además, el limpiador no debe contener detergentes ni lauril sulfato de sodio (SLS).

facial cuidado

Utiliza un limpiador suave, ya que éste no altera el pH natural de tu piel ni hace que pierda sus aceites naturales.

Tónico

Después de limpiar tu piel con un limpiador facial suave, utiliza un tónico para preparar tu piel para los siguientes pasos de tu rutina de cuidado de la piel: sérum, crema hidratante y SPF. Los tónicos son productos muy útiles que ayudan a restablecer el equilibrio del pH de la piel y a eliminar cualquier rastro de suciedad, maquillaje o grasa que el limpiador pueda haber pasado por alto. Pero no sólo eso, otros productos de tu rutina de cuidado de la piel se absorberán mejor en la piel tratada con tónico.

Sérum

Después de utilizar un tónico, es el momento de aplicar el sérum. Un sérum es una fórmula concentrada que contiene ingredientes activos para tratar problemas específicos de la piel. Por ejemplo, hay sérums para las arrugas, las líneas de expresión, las manchas y otros problemas de la piel. También hay sérums hidratantes, sérums iluminadores, etc. Por eso debes conocer, no sólo tu tipo de piel, sino también tus problemas específicos.

Como los sérums son más finos y ligeros que las cremas hidratantes, pueden penetrar profundamente en la piel si se aplican primero. En segundo lugar, los sérums están repletos de potentes ingredientes activos que querrás aplicar directamente sobre un rostro limpio para obtener la máxima eficacia. Y aquí tienes un breve resumen sobre qué sérum se adapta mejor a tu piel.

Sérum de vitamina C: Si quieres iluminar tu cutis y eliminar las manchas, un sérum de vitamina C es perfecto para ti.

Sérum de ácido hialurónico: Si tienes la piel seca o quieres prevenir las arrugas, el ácido hialurónico es el ingrediente que necesitas. Este tipo de sérum ayudará a tu piel a retener la humedad y a mantenerla hidratada.

Sérum antioxidante: Si quieres proteger tu piel de los daños ambientales, un sérum antioxidante es imprescindible en tu rutina de cuidado de la piel.

Sérum de ácido glicólico: El ácido glicólico es un AHA que exfolia la piel y desobstruye los poros. Si tienes una piel grasa o con tendencia al acné, este tipo de sérum te ayudará a reducir los brotes y te dará un cutis más uniforme.

Sérum de retinol: El retinol es un ingrediente que puede ayudar a reducir las arrugas, las líneas de expresión y la pigmentación. Si quieres combatir el envejecimiento de tu piel o eliminar las marcas del acné, un sérum de retinol es perfecto para ti.

Crema hidratante

Después de aplicar un sérum, es el momento de fijar todos los ingredientes activos con una crema hidratante. Los sérums son productos muy potentes diseñados para tratar problemas muy específicos de la piel, mientras que las cremas hidratantes protegen la barrera cutánea.

Una buena crema hidratante hidratará la piel, reforzará la barrera cutánea, protegerá la piel de los agresores ambientales y ayudará a que el maquillaje se aplique sin problemas.

Si tienes la piel grasa, asegúrate de elegir una crema hidratante ligera y sin aceites que no obstruya los poros. Para las pieles secas, opta por una crema hidratante espesa y cremosa que proporcione una hidratación intensa. Si tienes la piel sensible, elige una crema hidratante hipoalergénica que no irrite tu piel.

Protector solar

Por último, pero no menos importante, termina siempre tu rutina de cuidado de la piel con un protector solar, incluso si te quedas en casa. El FPS es crucial para proteger tu piel de los dañinos rayos UV del sol, que pueden causar arrugas, líneas de expresión e incluso cáncer de piel.

Elige un protector solar con un FPS de al menos 30 y asegúrate de que sea de amplio espectro, es decir, que proteja tu piel tanto de los rayos UVA como de los UVB. Aplica el protector solar generosamente en todas las zonas expuestas de la piel y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o más a menudo si estás nadando o sudando.

¿Y la exfoliación, la crema de ojos, el bálsamo labial, etc.?

Como hemos dicho antes, una rutina de cuidado de la piel que incluya un limpiador, un tónico, un sérum, una crema hidratante y un FPS es básica. Si usas algo más aparte de eso, este es el orden correcto:

  • Limpiador
  • Exfoliante
  • Tónico
  • Sérum
  • Loción de tratamiento
  • Crema de ojos
  • Crema hidratante
  • Aceite facial
  • Bálsamo facial
  • FPS

Aquí tienes una guía rápida sobre cómo crear la rutina de cuidado facial perfecta para tu tipo de piel y tus problemas específicos. Recuerda que éstas son sólo directrices generales y que siempre debes consultar con un dermatólogo o un profesional del cuidado de la piel para encontrar los mejores productos para tu piel.

Ahora que ya sabes cómo crear una rutina de cuidado de la piel, es hora de poner en práctica la teoría. Reúne todos tus productos de cuidado de la piel y prepárate para conseguir una piel sana y radiante.